En el tramo final del regato de Gosolfre se forma una caída que vierte su agua hacia el San Paio, formando la penúltima fervenza que tiene el Barranco de los Ribeiriños. En el trayecto que lleva a este salto y tras una pequeña derivación, llegamos a la parte alta de la última cascada (la del San Paio) de este Barranco (primera foto). Esta imagen fue tomada en otra ocasión y subiendo por la parte derecha del cauce, desde la carretera general y pasando por detrás de una antigua fábrica de luz. Aquí rematan los "post" de este barranco tan pronunciado y que tantas postales nos deja de lo que es la "Galicia profunda"... De hecho, en la primera imagen, a parte del salto de agua, se puede contemplar en primer plano el espectacular helecho de nombre Woodgardia radicans, una planta, como muchas otras especies, en retroceso por culpa de las actuaciones del animal bípedo de siempre... El ascenso por este barranco no es fácil y deben de tomarse la debidas precauciones.